Son circunstancias especiales, las que nos colocan en la feliz ocasión de grandes celebraciones, como la presente que corresponde recordar nada más ni nada menos que los 90 años del Periódico matutino 'La Patria'.
La Asociación de Periodistas de Oruro, que cobija en su seno a los periodistas profesionales, en su larga vida Institucional ha visto de cerca las vicisitudes de la empresa orureña que avanzó pese a una serie de hechos que pretendieron frenar su marcha, pero que no pudieron alterar tal ciclo por la entereza de sus empresarios, que en tiempos diferentes, pero paralelos circunstancialmente fueron parte de ésta entidad.
Es el caso de Don Enrique Miralles, cuyo nombre da vigencia al reconocimiento que hace la Asociación anualmente a destacados periodistas locales en abril próximo cuando la A.P.O. cumpla otro aniversario tendremos otro colega premiado, pero quien hizo posible la creación de ese premio fue un socio de la entidad y al mismo tiempo parte importante de la empresa periodística 'La Patria', es Marcelo Miralles Bová y en otra generación, no digo la última es también parte de la entidad la actual directora a.i. del periódico Ximena Miralles Iporre, es por eso que agradeciendo la deferencia que me hacen, quiero aprovechar la circunstancia para hablar un poco, nada más que eso, de lo que hemos visto siendo parte de este periódico.
No se trata de una cronología de fechas, más bien de un recuerdo cronológico de ciertos hechos interesantes que han marcado la vida de este matutino más delante de lo que significó su fundación en un día como hoy en 1919 y con la presencia de Don Demetrio Canales como fundador, años después la decisión de Don Enrique Miralles para adquirir el periódico en una sociedad que se efectivizó con Don Cristóbal Molina, desarrollando ambos una tarea sacrificada para imponer un producto que responda a las inquietudes particularmente cívico - patrióticas de los orureños y los bolivianos en conjunto.
Pero los años pasan y los retos son más fuertes, la competencia despiadada de los grandes medios de la Sede de Gobierno, que además incorporan nueva tecnología a sus ediciones diarias, las condiciones políticas reinantes en cortos pero determinantes periodos de los nuevos tiempos obliga a tomar decisiones muy valientes, para seguir adelante o perecer, así de simple.
Don Enrique sabía del desafío, lo comentó y asumió decididamente el cambio partiendo por encomendar esa responsabilidad al hijo que para entonces ya se había compenetrado de la administración del matutino y que no retaceó esfuerzo alguno para encarar el cambio.
Es Marcelo Miralles Bová, que encaró el reto de dejar la rotoplana para incorporar la rotativa, primero una de dos cuerpos que mejoró sustancialmente la calidad de impresión en textos y fotos, la orden de partida del sistema offset, la dio Doña Miriam Iporre de Miralles, dijo ya... y las máquinas corrieron, pero aún así no pudo todavía hacer frente a la calidad de los grandes rotativos nacionales y peor a los extranjeros, que llegan con sus páginas a todo color.
'La Patria' no puede quedarse atrás, hay que responder a la competencia y hay que hacerlo con más inversión, es la única manera, incorporar color a las ediciones del matutino local. Entonces la alternativa es adquirir más cuerpos en la rotativa del periódico y eso es lo que se decide en la familia Miralles para seguir avanzando tecnológicamente y no quedarse a la zaga.
Otra vez Marcelo aumenta el equipo de impresión y las cuentas en su espalda, pero 'La Patria' sale a todo color, como se dice Full Color y otra mujer es la hija, Cibeles, la que pone su marca en el periódico apurando las ediciones a color. La historia sigue adelante hasta el presente con registro de 90 años y con ganas de llegar - como dice su editorial de hoy - a los cien años y más.
Han habido transformaciones especiales, de esos tiempos en que una redacción periodística tenía un ruido característico del trabajo de una decena de periodistas tecleando sus máquinas al mismo tiempo, las viejas Underwood o las Remington o las más nuevas Olimpia, una máquina de teletipo que empezaba a recibir despachos internacionales desde las 09.00 de la mañana y terminaba cerca de la media noche, un taller con linotipos que despedían calor especial del plomo derretido a alta temperatura y que se convertía en las columnas tipográficas que se armaban diestramente con más los tipos de las cajas que servían para la variedad de títulos, hasta que llegaba la hora de poner en marcha la rotativa, casi una locomotora por su tamaño y su ruido.
He tenido el gusto de pasar por toda esa época, como tengo la satisfacción de estar en el tiempo moderno, cuando las silenciosas computadoras han ocupado los escritorios de la redacción y la sala de composición, para llegar a la veloz rotativa que en una sola pasada imprime ediciones a todo color.
Pero todavía hay más, se mantenía un sistema con el uso de la fotomecánica y el montaje en películas, que de algún modo retrasaba las ediciones y lo que ahora se necesita es salir muy temprano con el periódico, junto al pan de cada día para alimentar la ansiedad de lectores. Otra decisión es la de Marcelo hijo, para modernizar la fase de impresión comprando una moderna filmadora que fue recientemente instalada y que ahora coloca a 'La Patria' en el mismo nivel tecnológico de las más modernas empresas periodísticas.
Los emprendimientos de una familia dedicada al periódico tiene sus grandes responsabilidades en más mujeres, Estela Miralles en redacción, pero recientemente ocupa la dirección interinamente la nieta Ximena Miralles, un conjunto de voluntades y entereza que tiene un gran apoyo en experimentados periodistas y en la nueva generación de redactores, un subdirector de quilates como Pedro Glasinovic y por supuesto la experiencia de los encargados de composición, que se capacitaron para el cambio y siguen siendo parte del periódico, responsables de administración que saben lo que hacen y en realidad un gran equipo al servicio del pueblo de Oruro, a través de las páginas del matutino 'La Patria', noventa años documentando la historia de Oruro y el país.
La Asociación de Periodistas de Oruro, que cobija en su seno a los periodistas profesionales, en su larga vida Institucional ha visto de cerca las vicisitudes de la empresa orureña que avanzó pese a una serie de hechos que pretendieron frenar su marcha, pero que no pudieron alterar tal ciclo por la entereza de sus empresarios, que en tiempos diferentes, pero paralelos circunstancialmente fueron parte de ésta entidad.
Es el caso de Don Enrique Miralles, cuyo nombre da vigencia al reconocimiento que hace la Asociación anualmente a destacados periodistas locales en abril próximo cuando la A.P.O. cumpla otro aniversario tendremos otro colega premiado, pero quien hizo posible la creación de ese premio fue un socio de la entidad y al mismo tiempo parte importante de la empresa periodística 'La Patria', es Marcelo Miralles Bová y en otra generación, no digo la última es también parte de la entidad la actual directora a.i. del periódico Ximena Miralles Iporre, es por eso que agradeciendo la deferencia que me hacen, quiero aprovechar la circunstancia para hablar un poco, nada más que eso, de lo que hemos visto siendo parte de este periódico.
No se trata de una cronología de fechas, más bien de un recuerdo cronológico de ciertos hechos interesantes que han marcado la vida de este matutino más delante de lo que significó su fundación en un día como hoy en 1919 y con la presencia de Don Demetrio Canales como fundador, años después la decisión de Don Enrique Miralles para adquirir el periódico en una sociedad que se efectivizó con Don Cristóbal Molina, desarrollando ambos una tarea sacrificada para imponer un producto que responda a las inquietudes particularmente cívico - patrióticas de los orureños y los bolivianos en conjunto.
Pero los años pasan y los retos son más fuertes, la competencia despiadada de los grandes medios de la Sede de Gobierno, que además incorporan nueva tecnología a sus ediciones diarias, las condiciones políticas reinantes en cortos pero determinantes periodos de los nuevos tiempos obliga a tomar decisiones muy valientes, para seguir adelante o perecer, así de simple.
Don Enrique sabía del desafío, lo comentó y asumió decididamente el cambio partiendo por encomendar esa responsabilidad al hijo que para entonces ya se había compenetrado de la administración del matutino y que no retaceó esfuerzo alguno para encarar el cambio.
Es Marcelo Miralles Bová, que encaró el reto de dejar la rotoplana para incorporar la rotativa, primero una de dos cuerpos que mejoró sustancialmente la calidad de impresión en textos y fotos, la orden de partida del sistema offset, la dio Doña Miriam Iporre de Miralles, dijo ya... y las máquinas corrieron, pero aún así no pudo todavía hacer frente a la calidad de los grandes rotativos nacionales y peor a los extranjeros, que llegan con sus páginas a todo color.
'La Patria' no puede quedarse atrás, hay que responder a la competencia y hay que hacerlo con más inversión, es la única manera, incorporar color a las ediciones del matutino local. Entonces la alternativa es adquirir más cuerpos en la rotativa del periódico y eso es lo que se decide en la familia Miralles para seguir avanzando tecnológicamente y no quedarse a la zaga.
Otra vez Marcelo aumenta el equipo de impresión y las cuentas en su espalda, pero 'La Patria' sale a todo color, como se dice Full Color y otra mujer es la hija, Cibeles, la que pone su marca en el periódico apurando las ediciones a color. La historia sigue adelante hasta el presente con registro de 90 años y con ganas de llegar - como dice su editorial de hoy - a los cien años y más.
Han habido transformaciones especiales, de esos tiempos en que una redacción periodística tenía un ruido característico del trabajo de una decena de periodistas tecleando sus máquinas al mismo tiempo, las viejas Underwood o las Remington o las más nuevas Olimpia, una máquina de teletipo que empezaba a recibir despachos internacionales desde las 09.00 de la mañana y terminaba cerca de la media noche, un taller con linotipos que despedían calor especial del plomo derretido a alta temperatura y que se convertía en las columnas tipográficas que se armaban diestramente con más los tipos de las cajas que servían para la variedad de títulos, hasta que llegaba la hora de poner en marcha la rotativa, casi una locomotora por su tamaño y su ruido.
He tenido el gusto de pasar por toda esa época, como tengo la satisfacción de estar en el tiempo moderno, cuando las silenciosas computadoras han ocupado los escritorios de la redacción y la sala de composición, para llegar a la veloz rotativa que en una sola pasada imprime ediciones a todo color.
Pero todavía hay más, se mantenía un sistema con el uso de la fotomecánica y el montaje en películas, que de algún modo retrasaba las ediciones y lo que ahora se necesita es salir muy temprano con el periódico, junto al pan de cada día para alimentar la ansiedad de lectores. Otra decisión es la de Marcelo hijo, para modernizar la fase de impresión comprando una moderna filmadora que fue recientemente instalada y que ahora coloca a 'La Patria' en el mismo nivel tecnológico de las más modernas empresas periodísticas.
Los emprendimientos de una familia dedicada al periódico tiene sus grandes responsabilidades en más mujeres, Estela Miralles en redacción, pero recientemente ocupa la dirección interinamente la nieta Ximena Miralles, un conjunto de voluntades y entereza que tiene un gran apoyo en experimentados periodistas y en la nueva generación de redactores, un subdirector de quilates como Pedro Glasinovic y por supuesto la experiencia de los encargados de composición, que se capacitaron para el cambio y siguen siendo parte del periódico, responsables de administración que saben lo que hacen y en realidad un gran equipo al servicio del pueblo de Oruro, a través de las páginas del matutino 'La Patria', noventa años documentando la historia de Oruro y el país.
(*) Presidente de la Asociación de Periodistas de Oruro
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